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Andres Jimenez Ventura
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Literatura > Fábulas Noctámbulas > Guerrero Sandía



Guerrero Sandía (Parte 3)

Gerardo y Francisco, hermanos y socios, tenían tres tiendas y una pequeña fábrica. Gerardo estaba por casarse y su sueño era que su hermana asistiera a su boda. No la había visto desde que era niño y junto con su hermano emprendieron su búsqueda.

Era la primera vez en veinte años que ponían pie en esa vieja casa, ahora abandonada. El techo se había derrumbado y no quedaba nada ni nadie. Gerardo buscaba en la casa, mientras Francisco hablaba con los vecinos, todo en vano. Estaban a punto de irse cuando encontraron un viejo buzón, lleno de cartas.

Ambos hermanos leyeron todas las cartas que su padre escribió al recuerdo de su madre durante la guerra y en una de ellas hablaba de haber visitado la casa de su hija, daba el nombre del pueblo, la calle y la descripción de la casa.

Al llegar no encontraron nada, solo la casa abandonada y un pintor vagabundo a la entrada, quién decía no saber nada de su hermana. Le compraron un cuadro y se marcharon decepcionados.

Una habitación callada y vacía, el polvo en el aire se deja ver en el filo de la luz anaranjada del sol naciente que se cuela por la cortina entreabierta. Me encuentro en un rincón, acurrucado entre las sombras, La guerra había terminado y el tiempo pasaba lenta y silenciosamente. Por falta de oficio poco a poco me fui convirtiendo en vagabundo, y me había asentado en la casa abandonada de mi hija difunta. En el sótano había encontrado varios tablones los cuales pintaba y vendía, me las ingeniaba para hacer pintura de varios colores con cosas que encontraba por ahí. Mi puesto de venta era en la entrada de mi casa, rara vez vendía algo, pero de alguna manera lograba subsistir, como de costumbre.

La rutina me hizo olvidar el tiempo, el cual pasó sin que me diera cuenta, eventualmente llegó un día en el que realicé que mis manos se habían vuelto viejas, que mi vida era un mal recuerdo que moría conmigo. Vendí mi último cuadro a mis hijos una tarde de otoño, no me atreví a decirles que era su padre, después de eso vino el hambre el frío y la muerte.

Categoría: Guerrero Sandía | Ha añadido: andresjimenez (2009-01-28) | Autor: Andres Jimenez
Visiones: 507 | Comentarios: 2 | Ranking: 5.0/1 |
Total de comentarios: 2
2 Yk  
0
definitivamente un maestro señor, me logro transportar a la epoca,,,

1 elfglimmer  
0
Bueno ya lo lei todo y tengo que aceptar que me encanto smile y que bien saber que de vez en cuando escucha a la elfglimmer!

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