El sol justo encima de mi rostro cegó mi
vista al abrir los ojos, aparentemente me quedé dormido sobre una roca cuya
altura duplicaba la mía. Ignoro cuanto tiempo he dormido y el cuando y como
acabe en este lugar.
Desconozco mi proveniencia, a donde me
dirijo y el rumbo a tomar. Me incorpore sobre unos pies resentidos que me
dieron la certeza de haber recorrido largo y tortuoso camino, pero mi alma
combinaba con el tiempo, calido, favorable reluciente y ligero, lo que
anunciaba el momento de seguir andando a donde diga el viento, hacia donde
sople el destino, hoy el viento venía del sur.
Mi ropa estaba sucia, vieja, y desgastada,
contrastaba conmigo, con el paisaje y con el buen tiempo. Una sorpresa
aguardaba a mi costado, un libro viejo y dos manzanas, una roja y una verde,
que parecían ser eran mías pues no avistaba a nadie. El orbe escarlata, el
menos reluciente, éste que veo un tanto maltratado, fue el que decidí
sacrificar para calmar las quejas de mi vientre en ayuno.
No hay nada cerca, a lo lejos al norte,
veo varios bovinos, y dos individuos sobre dos equinos. Al sur, a varias leguas
diviso nubes negras que anuncian la cercana tormenta y un pequeño pueblo
acuñado entre montañas.
Al oeste esta el bosque, y al este veo la
silueta de una dama, no se si se aleja o se aproxima, y seis sombras de
espectros que la escoltan.
Tenía que escoger un rumbo, al norte
talvez la suerte me daría algo de leche fresca, al sur tengo esperanza de
hallar techo, talvez un poco de caldo. Al oeste de seguro hay frutas del bosque
es la mejor de mis opciones pues no habré de mendigar, pero probablemente de
ahí saque estas manzanas, de seguro vengo de ahí, así que lo descarto. Solo
queda una opción, es más que obvia, mi rumbo es el este. Siempre me ha gustado
lo que no tiene nada que ofrecer.
No había ningún camino, solo pasto y
árboles escuetos salpicados en la llanura. Fije mi vista en los espectros, y
caminé hacia estos. Con el libro bajo el brazo izquierdo y sujetando con fuerza
la manzana verde en mi mano derecha apreté el paso para acercarme a la mujer y
su corte.
Caminé y caminé, al parecer íbamos en la
misma dirección y al mismo paso, pues llego el ocaso y la distancia entre
nosotros era la misma.
Por fín se quedo quieta, y se alcanzaba a
ver la luz de una fogata, no la miraba muy bien, pues estaba acostada, me subí
en un árbol, para mantenerla al alcance de mi vista y aproveche para ver el
título del libro.
Se titulaba:
“Diario personal”
Debajo de esto, impreso en tinta negra se
leía:
“Perteneciente a:”
A continuación, escrito en letra
caligráfica decía:
“Anónimo, si tu, el que no se sabe su
nombre, ¿Quién más?”.
En la página siguiente solo se encontraban
dos frases:
“Aunque vivas un día a la vez sin poder
ver para atrás, si tu naturaleza se conserva, caminarás por la senda de tu
destino”
Y en letras pequeñas, debajo estaba
escrito:
“Detrás de las sombras siempre esta la
luz, síguelas. Síguela.”
El resto del libro estaba en blanco, no lo
capté muy bien, tengo mucho sueño, lo analizo mañana.
Luego de esto, me quedé dormido.
El sol justo encima de mi rostro cegó mi
vista al abrir los ojos, aparentemente me quedé dormido sobre un árbol cuya
altura triplicaba la mía. Ignoro cuanto tiempo he dormido y el cuando y como
acabe en este lugar. Levanto la cabeza, y a lo lejos miro la silueta de una
dama, no se si se aleja o se aproxima, y seis sombras de espectros que la
escoltan. ¿Estaré tratando de seguirla, o de huir de ella?
Haces que uno se transporte... me gusta mucho la forma en que escribes, me identifique mucho con la frase: "Siempre me ha gustado lo que no tiene nada que ofrecer".
WOOOWW que buen cuento mano! supongo, lo mejor: el final sin fin... Como la mariposa monarca que solo conoce un trecho de su larga migracion, sigue su instinto y simplemente hace lo correcto. la vida presenta sorpresas inesperadas, es entonces cuando nuestro instinto nos guía y tomamos una decision; hasta que llega el momento de tomar una nueva.
Cada vez que leo esto me doy cuenta de todos mis temores, de el miedo a elegir y el miedo a confundirse... De como aveces nos alejamos de lo desconocido por temor y nos quedamos en lo que ya "conocemos" sin saber al final que seria lo mejor... Quedarnos dormidos en vez de actuar, no afrontar lo que nos aleja de nuestros sueños.
me parecion un cuento corto que en su fondo nos da a conocer que en la vida pueden haber muchos senderos o sea muvhas oportunidades para poder elegir y que las cosas que ya tenemos debemos de saberlas utilizzar en el momento que se deban de usar, que la sombra de lo que hemos hecho nos puede ser de beneficio o no y esta en nosotros desechar lo que no deseemos que sontinue con nosostors.
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